Un grupo de gente de ciudad decide dejarlo todo atrás y mudarse a un Pueblo de Soria llamado Peñafria, aparentemente abandonado. Al llegar, pronto descubren que el pueblo sí tiene habitantes, quienes les ayudarán a adaptarse a la vida en el pueblo y de paso buscarán que los nuevos pueblerinos dinamicen un poco más sus vidas.
Sin embargo, la adaptación a la vida rural resulta ser más fácil para algunos que para otros, lo que desencadenará un montón de situaciones que pondrán en evidencia las similitudes y diferencias entre la vida rural y la urbana.
Parecía el plan perfecto cuando vieron la propuesta en un anuncio: empezar desde cero en un pueblo abandonado, en un entorno idílico alejado de las presiones típicas de la ciudad y con una vivienda gratis. Ese fue el aliciente que motivó a un grupo de variopintas urbanitas, en diferentes situaciones de crisis existencial, a responder a ese atractivo anuncio, que terminó no siendo del todo exacto.
«El pueblo» aborda en clave de humor las peripecias de un grupo de personajes que acuden a la llamada de un anuncio en el que se promete una casa y una nueva vida alejada del mundanal ruido. El lugar de destino es Peñafría, una diminuta localidad de Soria aparentemente abandonada.
Peñafría
Peñafría es uno de esos pueblecitos abandonados de España, pero curiosamente cuando llega este grupo de urbanitas para empezar de cero sus vidas, se dan cuenta que el pueblo está habitado por unos singulares moradores.
La localidad de Valdelavilla simula Peñafría, el pueblo ficticio en el que transcurre la mayor parte de la acción en la serie. Además, municipios como San Pedro Manrique, Valdeavellano de Tera y Los Rábanos, así como la Ciudad de Soria completan las localizaciones de la ficción.
Para dotar de realismo y autenticidad a «El Pueblo», Alberto y Laura Caballero han escogido las tierras altas de Soria, una de las regiones más despobladas de la Unión Europea, para la grabación de la totalidad de las secuencias, tanto en escenarios naturales como urbanos.
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